Presencia en el mundo

Presencia en el mundo

PRESENCIAS Y CAMPOS APOSTÓLICOS

La congregación, animada por el espíritu de la Madre Francisca y su proyecto de vida, sigue trabajando, convirtiendo en realidad sus palabras: Haced siempre el bien, estando dispuestas a vivir en cualquier parte del mundo ayudando a las personas a ser artífices de su propia liberación, expansionando el amor de Dios a todas las gentes, porque el amor de Dios que no se expansiona en el prójimo sería una tragedia (Cf. M. Francisca).

Hoy las hermanas trabajan en la promoción cristiana, humana y social del hombre, atendiéndole en su dimensión más profunda. La congregación, que ya ejercía su apostolado en España, Portugal, Italia, Puerto Rico, Venezuela, Perú, Chile y la India, en el tercer milenio se ha extendido por Kenya, Marruecos, Honduras y Colombia.

La evangelización se desarrolla especialmente en los campos de la educación: regular, sordos, ciegos y plurideficientes; la sanidad: los enfermos de lepra; la acción social: asistencia a ancianos; la pastoral en zonas rurales: animación de comunidades cristianas…; otras acciones sociales o cualquier necesidad urgente de la Iglesia: pastoral penitenciaria, Cáritas, etc.

La misión evangelizadora la centramos en unas líneas esenciales como estas: la misión desde la fraternidad solidaria, la inculturación desde la contemplación y la inserción, la comunión con los laicos en la misión, la formación para la vida y misión. Esto nos exige: un estilo profético de vida, una decisión clara de entrega solidaria, una expansión creativa de los valores de nuestra consagración: fraternidad-minoridad-misericordia.
Estamos convencidas de que nuestra presencia evangelizadora en el mundo no puede darse sino desde la comunión fraterna, siendo signos evidentes de la comunión que anhelamos y viviéndola con todos los laicos que trabajan con nosotras, empeñados en construir juntos el Reino desde nuestras obras al servicio del hombre de hoy.

La congregación, como fraternidad, se quiere abrir a todas aquellas personas que sienten, desde su propio estado de vida laical, la necesidad de dar gratuitamente su tiempo y su esfuerzo en favor de otros hermanos que lo necesitan con urgencia, así como favorecer el compromiso cristiano en la tarea diaria.

Nuestro trabajo con laicos se desarrolla principalmente desde dos ámbitos:

1) Desde nuestras obras, en el proyecto que hemos denominado Fraternidades por el bien, donde, además de compartir responsabilidades en la gestión de centros, se intenta crear verdaderas comunidades cristianas.

2) Desde el Voluntariado Madre Francisca, que pretende favorecer la entrega generosa de muchas personas para la construcción de una sociedad más justa y fraterna.

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